Que la tecnología puede ayudarnos a disponer de información de calidad para poder tomar mejores decisiones, está fuera de toda duda. Que el uso que le demos a la información que recabamos depende de nosotros, también. Sobre todo en cuanto a privacidad.
El Camino es un entorno distribuido en el que no hay una entidad gestora central como tal sino una suma de entidades, vamos una plataforma de servicios:
- Administraciones y Asociaciones ofreciendo información agregada como afluencia en tiempo real para dimensionar la necesidades de albergues o restaurantes.
- Albergues privados, restaurantes, taxis, … ofreciendo servicios más optimizados al peregrino.
- Peregrinos ofreciendo su información a cambio de una mejora de los servicios que necesiten tanto durante la etapa como en destino.
Nada nuevo pero con el Covid-19 las cosas han cambiado. Ahora necesitamos esta información tanto unos como los otros:
- Las administraciones y los servicios sanitarios necesitan saber cuantos peregrinos y cómo son las interacciones entre ellos y con los ciudadanos locales para poder realizar pruebas rápidas en caso necesario.
- Los peregrinos necesitan estar seguros de que los servicios a los que se dirigen cumplen con las normas establecidas y si hemos estado en contacto con alguien que podría estar infectado.
- Los proveedores de servicios podrán optimizar esos servicios y adecuarlos para las nuevas necesidades de “contact-less” incluso para el sellado de la acreditación.
Y aquí es donde entra la privacidad: el uso de estas plataformas debería ser voluntario así como el tipo de información que recogiesen para evitar cualquier discriminación. ¿Tenemos tecnología capaz de ofrecer este tipo de funcionalidades? Por supuesto: Blockchain para asegurar la información y la auditoria de su acceso así como el borrado de la misma llegado el momento, dispositivos móviles aprovechando los últimos desarrollos para el análisis de las interacciones mediante Bluetooth y criptografía, Inteligencia Artificial para el análisis de la distancia física y la temperatura o detección de mascarilla.
Pero no olvidemos que el Camino es un momento muy especial en el que deberíamos asegurar que esta tecnología lo más transparente y menos intrusiva posible.